Consejos de tu pediatra


El pañal

Los mejores pañales para los recién nacidos son aquellos desechables cuya principal característica es el estar siempre secos, llevar una cinta adhesiva en su parte lateral y unos elásticos en su cintura y piernas  para así asegurar su máximo ajuste.

Ahora bien, a pesar de que la mayoría de padres eligen tales pañales por su manifiesta comodidad, muchos otros optan por aquellos de tela (bien porque son más baratos o por creer que son más ecológicos).

En el mercado existen pañales de tela de muchas formas y tamaños diferentes. Los tradicionales suelen presentarse plegados o en forma cuadrada, requiriendo el uso de alfileres de gancho para mantenerlos en la posición adecuada. Los más modernos pueden ajustarse al igual que los pañales desechables y sus cierres son de tipo velcro o con broches. Otra variedad de pañales de tela son aquellos que poseen ciertos accesorios como forro absorbente o los dobles para proporcionar una protección adicional nocturna y aquellos que evitan las pérdidas de orina.

Actualmente  también existen los pañales especialmente diseñados para el agua, los cuales permiten que el niño pueda bañarse en la piscina o la playa sin perder sus características originales.

El momento ideal para retirar el pañal se considera aproximadamente entre los dos años y los dos años y medio (siempre antes de que empiece su escolarización, es decir, a los tres años). Habitualmente muchas mamás esperan el verano para llevar a cabo tal práctica. Ahora bien, si su retirada no coincide con tal  momento no hay que esperar a que llegue el calor.

Una vez se ha decidido a retirar el pañal es conveniente ir con el niño a comprar el orinal y dejarle elegir el que más le guste, explicándole para qué sirve y de qué manera se va a utilizar. A la vez también le comentaremos que como ya es mayor solo se le colocará el pañal por la noche o cuando se disponga a dormir y que el resto del día deberá hacer sus necesidades en el orinal.

Un ejemplo para ayudar a asociar el orinal con sus necesidades es llevar a cabo la rutina siguiente:

  • Retirarle el pañal por la mañana al levantarlo y ponerlo inmediatamente unos 30 minutos en el orinal.
  • Repetir tal operación al cabo de una hora, antes de salir de paseo durante el día y al volver a casa después de las principales comidas.
  • Colocarle el pañal antes de dormir la siesta.
  • Retirarle el pañal al finalizar la misma y sentarle otra vez al orinal.
  • Volverlo a ponerlo un ratito al orinal antes y después de cenar.
  • Ponerle el pañal limpio antes de proceder a acostarlo por la noche.

Una vez comprobado que el niño ya controla su pipí durante la siesta, es conveniente esperar más o menos unos quince días antes de retirarle definitivamente el pañal.

La dermatitis del pañal es una erupción localizada en la zona donde se coloca el pañal (de ahí su nombre) que sufren con cierta frecuencia los bebés de 4-15 meses, siendo su incidencia mayor cuando empiezan con la alimentación sólida. Tal dermatitis suele dar lugar principalmente a eritemas (enrojecimiento de la piel adquiriendo un color rojo brillante), así como a irritaciones y a ulceraciones con intenso picor y constante malestar, lo que da lugar a que el niño esté continuamente irritable.

La dermatitis del pañal si dura más de tres días puede ser debida a la sobreinfección de las lesiones debidas a la parasitación secundaria de un hongo denominado Candida albicans. Este hongo es muy común en niños, puesto que suele habitar en ambientes con exceso de humedad como el que se crea dentro del pañal. Otras causas que pueden favorecer la dermatitis son….

  • Descenso de las defensas (al tomar antibiótico tanto el niño como la madre).
  • Procesos diarreicos.
  • Presencia de heces ácidas y de amoníaco en la orina.
  • Pañales que rozan irritando constantemente la piel.
  • Reacciones alérgicas debidas a los detergentes con los que se lavan los pañales de tela.

El mejor tratamiento para evitar tal dermatitis es el llevar a cabo una serie de medidas preventivas. Para ello es preciso llevar a cabo los siguientes consejos:

  • Lávate las manos antes y después de cambiar el pañal.
  • Cambia siempre el pañal  después de las deposiciones.
  • Limpia la zona o  área del pañal (principalmente la zona genital y anal) de manera delicada. Nunca frotes la piel al limpiar la zona pues empeorarías la situación.
  • Límpiale la zona con agua y un apósito de algodón.
  • Nunca uses apósitos o paños que contengan alcohol o perfume (pues los mismos resecan la piel), ni tampoco apliques polvos de talco para evitar  la posibilidad de inhalación de los mismos.
  • Utiliza pomadas protectoras para ayudar a prevenir y curar tal erupción. Consulta al pediatra, enfermera o farmacéutico qué productos son más adecuados.
  • Ten presente que las cremas a base de óxido de zinc actúan como barrera protectora contra la humedad  y alivian las erupciones leves.
  • Deja al bebé sin pañales durante parte del día, acostándolo desnudito sobre una toalla o paño.
  • Cuando le coloques el pañal déjalo un poco holgado para permitir el paso del aire a través del mismo.
  • Los pañales superabsorbentes mantienen la piel de la zona más seca y previenen contra infecciones que pudieran presentarse.
  • Si utilizas pañales de tela, lávalos aparte (sin mezclarlos con otra ropa). Utiliza  siempre detergentes que no contengan principalmente perfumes. Ten la precaución una vez lavados de enjuagarlos por lo menos dos veces para así eliminar cualquier resto de jabón.

La dermatitis del pañal suele responder bien al tratamiento básico del mismo, sin embargo debemos consultar con el pediatra si la erupción:

  • Dura más de dos o tres días.
  • Se extiende por abdomen, espalda, brazos o cara.
  • Se acompaña de fiebre.
  • Es dolorosa, presenta un color rojo vivo o han aparecido ampollas en la zona.